La contaminación podría aumentar el riesgo de sufrir diabetes y obesidad según diversos estudios realizados. Estar expuesto constantemente a la inhalación del aire contaminado podría a su vez favorecer el incremento de los niveles de estrés alterando el metabolismo, la presión arterial e incluso favoreciendo el desarrollo de ansiedad y depresiones.
También podría llegar a afectar a nuestro cerebro afectando directamente a la memoria y la capacidad de aprendizaje.
Para intentar minimizar los efectos adversos de la contaminación en nuestra salud podemos seguir algunos de los siguientes consejos: realizar ejercicio a diario, cuidar la alimentación, dormir las horas necesarias, evitar zonas de alta contaminación, rodearnos de plantas.